La realidad superó la ficción. Es denigrante y asquerosa la historia que se está viviendo en el estado de Oaxaca, donde un empresario Chino compró descaradamente a una niña indígena de 9 años porque “se le antojó” a su hijo de 13. Hasta se casaron por la ley aquí en México y ya se encuentra embarazada.
Los padres de la menor, aseguraron que aman a su hija y que lo que hicieron fue un “acto de liberación” para ella ante la pobreza que están viviendo, “haberla vendido, fue la mejor decisión que pudimos tomar” menciona su padre.
Resulta que este
millonario empresario vino a México para hacer una inversión en el
sector minero en el estado de Quintana Roo. Un día libre, él y su hijo
decidieron vacacionar en Oaxaca y mientras “puebleaban”
se les acercaron la niña indígena y su padre para pedirles dinero. El
joven le dijo a su adinerado papá que le había gustado la niña para
esposa, y que además, estaba muy “bonita para ser una india”, que si se la podía comprar, fue entonces que le ofreció 50 mil pesos al padre de ella y éste aceptó de inmediato.
¡La niña tiene sólo nueve años! Eso, por donde le vean, se llama tráfico de personas. Cómo todo empresario chino “quería hacer las cosas con todas la de la ley” y le dijo a su hijo que se casara para llevársela sin ningún problema a China. El joven dijo que sí.
Aquí la niña con su hermana mayor, un día antes de la boda.
Las autoridades
guardaron silencio ante el hecho, y el juez, ordenó al director del
registro civil, que se hiciera oficial la celebración de este matrimonio
, eso sí, al joven de 13 años se le tuvieron que dar las pláticas
debidas antes de contraer matrimonio como a cualquier otro ciudadano.
“No
fue un matrimonio forzado, aunque la gente se queje y lo vean mal, los
padres de la menor estaban de acuerdo y ella misma quería casarse” mencionó el juez. Dos meses después del matrimonio, anunciaron que la menor de nueve años ya estaba embaraza. ¿Qué tal?
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