La mayoría hemos
experimentado la hermosa sensación de ser abrazados, y entendemos a la
perfección cómo el simple contacto de otros brazos alrededor de nuestro
cuerpo, nos da al instante una sensación de paz y bienestar.
Y si un abrazo puede
darnos a los adultos gran cantidad de beneficios, imagina cuánto puede
hacer por un bebé que tuvo que salir antes de tiempo de la comodidad y
la calidez del vientre materno.
Los voluntarios de
la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del hospital general Saint
Boniface, en Winnipeg, Canadá, están ahí con la única intención de
abrazar a bebés prematuros, lo cual sin duda debe ser una de las
actividades más reconfortantes y tiernas del mundo, y están invitando a
más personas a que se unan a ellos.
Además de los
cuidados especiales que el hospital y el personal médico proveen a estos
bebés, están conscientes de lo importante que es el contacto físico
para su bienestar emocional, y para que su desarrollo físico se dé en
las mejores condiciones.
Por esta razón el hospital lanzó el programa “Baby Cuddler”
(“Abrazador de Bebés”), con el cual pretende reclutar voluntarios para
que los niños prematuros sientan el contacto piel a piel, tan necesario
para ellos cuando sus padres no pueden hacerlo. Por ejemplo, en los
casos de mamás con problemas de adicción a las drogas, las mujeres deben
ser internadas en centros de rehabilitación, por un síndrome de
abstinencia neonatal que se desarrolla tras dar a luz, lo cual las
imposibilita para cuidar al recién nacido.
Evidentemente, sin
importar cuál sea la situación que estén atravesando los padres, los
voluntarios son una excelente opción para que estos bebés sigan teniendo
el tan necesario contacto humano.
Una de las voluntarias para este programa declaró: “A
veces los bebés pueden mostrarse muy inquietos, pero después de unos
minutos empiezan a relajarse. Es evidente que respiran más fácilmente
sólo por el contacto corporal y luego se quedan dormidos”.
A pesar de que
podemos pensar que los beneficios de los abrazos son una mera cuestión
de emoción, diversas investigaciones han comprobado los muchos
beneficios que tiene el contacto físico.
En 2014 la revista “Biological Psychiatry”
publicó un estudio, en el que se afirma que los bebés prematuros que
tienen contacto piel a piel desde que nacen, desarrollan mejores hábitos
de sueño y prestan mayor atención, comparados con los que no han tenido
dicho beneficio.
Estudios realizados
por Ruth Feldman, profesora de psicología y neurociencia de la
universidad Bar-Ilan, de Tel Aviv, se basaron en el impacto que tiene el
“método canguro” en el
desarrollo de los niños, y arrojaron como resultado que aquellos que
tuvieron contacto piel a piel de recién nacidos, al cumplir 5 y 10 años
tenían mejor control de sí mismos en situaciones de estrés, como hablar
en público.
Así que si a ti no
te es posible ser voluntario en un programa como este, al menos ahora
tienes la certeza de lo benéfico que es que abraces constantemente a tu
bebé. Olvídate de las opiniones que te aconsejan no cargarlo mucho
porque lo vas a acostumbrar a estar siempre en los brazos, pues no hay
nada más reconfortante para la salud y el bienestar emocional de tu
bebé, que sentir el contacto de tu piel con la suya.
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